Codo a codo. Grupo de Hombres por la Igualdad de Palencia.
Manifiesto ante el 25 Noviembre de 2009
De hombre a hombre,
basta de violencia contra las mujeres
Los hombres que ejercen violencia contra las mujeres se sienten poderosos cuando agreden, denigran, violan o intimidan a sus víctimas. Los hombres que ejercen violencia contra las mujeres consideran que éstas les son inferiores por el mero hecho de ser un hombre. Tienen la convicción de que las mujeres les pertenecen y exigen de ellas plena disponibilidad y atención para su cuidado y su servicio sin reciprocidad, al tiempo que eluden las propias responsabilidades domésticas y afectivas. Los hombres que ejercen violencia contra las mujeres creen conseguir seguridad psicológica y reconocimiento mediante la sujeción violenta de sus víctimas.
Otros muchos hombres se suelen sentir indignados cuando escuchan frases como “los hombres maltratan a las mujeres” o “todos los hombres son unos machistas”. Y, efectivamente, no todos los hombres maltratan a las mujeres, pero tampoco todos los hombres se manifiestan públicamente en contra de la violencia machista contra las mujeres. Desde “Codo a codo. Grupo de hombres por la igualdad de Palencia” nos preguntamos por qué no estamos unidos todos los hombres en la condena de un acto ejercido por algunos hombres, que constituye un flagrante atentado contra los derechos humanos de las mujeres.
La Violencia de Género es un nombre nuevo para un drama antiguo. La causa de la violencia de género es la desigualdad, el deseo de algunos hombres de querer mantenerla reservándose para sí la posición privilegiada. Desde hace siglos, la violencia ha sido utilizada por algunos hombres para perpetuar el injusto orden social machista y como una premeditada estrategia para impedir el avance de las mujeres hacia la igualdad. Estos hombres consideran que las mujeres son inferiores a ellos por naturaleza y que tienen derecho a menoscabar su dignidad y coartar su libertad. De este modo, justifican sus agresiones con terribles frases: ”Era rebelde y no me hacía caso”, “Eres mía o de nadie”, “Si me dejas, te mato”, “La maté, porque era mía”. Esta violencia, en todas sus manifestaciones y grados, es el fruto y el síntoma de una cultura de dominio, de una cultura añeja que perpetúa la desigualdad entre los sexos en nuestras democráticas sociedades, sociedades que por definición aspiran a erradicar todo tipo de discriminación social.
Algunos hombres arguyen que los hombres somos agresivos por naturaleza. ¡No es verdad! La violencia es un comportamiento socialmente adquirido, no biológico. Es una estrategia aprendida y premeditada para mantener la hegemonía social de lo masculino e impedir que las mujeres desarrollen un proyecto de vida autónomo en convivencia igualitaria entre hombres y mujeres. La violencia machista no es problema de las mujeres, ¡no!, es un problema de los hombres que sufren las mujeres. Un problema que debe ser erradicado en tanto que está construido culturalmente y no obligatoriamente vinculado al género masculino.
Otros hombres justifican implícitamente la violencia cuando señalan que hombres y mujeres somos diferentes. Puede que seamos diferentes, pero la diferencia no tiene por qué implicar desigualdad. Diferencia e igualdad son dos realidades posibles y deseables para la vida común de hombres y mujeres. Las diferencias son legítimas; la desigualdad inmoral. Las diferencias enriquecen, la desigualdad empobrece.
Si eres de esos hombres que se indignan frente a aseveraciones como que “todos los hombres son machistas”, es el momento de que demuestres que realmente no lo eres. Nosotros creemos que los hombres podemos y debemos cambiar hacia la igualdad, que podemos compartir la autoridad y el cuidado, las responsabilidades y los privilegios. Este cambio no será sólo un acto de justicia sino también un ejercicio de libertad.
Pero no es posible mantenerse al margen frente a la violencia machista porque el silencio nos hace cómplices, porque en nuestro silencio los agresores reafirman sus creencias sexistas, porque sólo mediante nuestra denuncia percibirán que están solos, que no se encuentran apoyados por quienes ellos consideran sus iguales masculinos. No podemos seguir callando y debemos expresar, de forma clara y sin complejos, nuestra tolerancia cero frente a la violencia machista, en cualquiera de las formas que adopte. No somos culpables de que la violencia machista perdure, pero podemos responsabilizarnos, junto con las mujeres, de su necesaria erradicación. Debemos deslegitimar activamente a los hombres maltratadores, que no son “uno de los nuestros”, y denunciar los casos de violencia de género que conozcamos en nuestro entorno.
Por todo ello, de hombre a hombre, te convocamos a que participes en todos los actos del día 25 de Noviembre, sintiendo que el Día Internacional contra la Violencia hacia las mujeres también es nuestro día. Si somos parte del problema, debemos ser parte de la solución.
La erradicación de la violencia de género no compete sólo a las mujeres y a las instituciones; en ella, debemos estar también los hombres de forma activa y consciente. Si eres de los que piensas que ser hombre es ser capaz de convivir con una mujer en el mismo plano de igualdad, puedes implicarte. en la erradicación de la violencia masculina contra las mujeres, abandonar el silencio cómplice y decir “Basta ya”.
Piénsalo, siéntelo y no faltes. Es una tarea tan necesaria y justa, que sólo sobran quienes maltratan.
Fdo.- Codo a codo. Grupo de Hombres por la Igualdad de Palencia
Codo a codo nace en 2009. Está formado por un grupo de hombres igualitarios de Palencia, que desean implicarse en la erradicación de toda desigualdad por razón de género y en la construcción de nuevas identidades masculinas más justas, solidarias, cómplices y humanas. Queremos estar presentes en la configuración de un modelo social basado en la equidad, la corresponsabilidad, la libertad en la construcción del proyecto vital libre de estereotipos y en la erradicación de la violencia machista.
Combinamos la reflexión y formación personal, con la acción políticas y la sensibilización ciudadana para construir la Igualdad como valor
Tomamos nuestro nombre del verso de Mario Benedetti “En la calle, codo a codo somos mucho más que dos”, pues este lema nos sirve para señalar la confluencia de objetivos con el movimiento de mujeres y los Feminismos, cuya trayectoria reconocemos y cuyo legado reivindicamos desde una postura profeminista. A partir de una base común, debemos indagar en el camino propio que los hombres deben desarrollar para erradicar el machismo y fomentar el crecimiento personal y social en Igualdad.
Combinamos la reflexión y formación personal, con la acción políticas y la sensibilización ciudadana para construir la Igualdad como valor
Tomamos nuestro nombre del verso de Mario Benedetti “En la calle, codo a codo somos mucho más que dos”, pues este lema nos sirve para señalar la confluencia de objetivos con el movimiento de mujeres y los Feminismos, cuya trayectoria reconocemos y cuyo legado reivindicamos desde una postura profeminista. A partir de una base común, debemos indagar en el camino propio que los hombres deben desarrollar para erradicar el machismo y fomentar el crecimiento personal y social en Igualdad.
Enhorabuena. Espero que esta iniciativa añada su granito de arena a la lucha por la igualdad y la erradicación del machismo.
ResponderEliminarpodéis contar conmigo para lo que queráis.
Enhorabuena.Espero que esta iniciativa aporte su granito de arena a la lucha por la igualdad y la erradicación del machismo.
ResponderEliminarPodéis contar conmigo para lo que queráis.
Javi R. del Burgo